La Naturaleza nos enseña como conseguir el Desarrollo Sostenible. Los principios básicos de la sostenibilidad de los seres vivos indican unas propiedades necesarias para que un ecosistema pueda mantenerse indefinidamente. Son 4, los cumplen los ecosistemas naturales y no son satisfechos por la mayoría de los ecosistemas artificiales en donde el hombre vive o donde el hombre ha intervenido demasiado.
Estos principios son enunciados en el libro "Ciencias Ambientales, Ecología y Desarrollo Sostenible" de B.J. Nebel y R.T. Wrigth, y podemos resumirlos a continuación:
1. Los ecosistemas RECICLAN todos sus elementos de modo que se libran de los desechos y reponen los nutrientes, formando parte de un ciclo coherente. Muchas veces el hombre establece el flujo (de nutrientes, materiales...) sólo en un sentido provocando problemas de agotamiento en unos lugares y de contaminación en otros.
Por ejemplo, los residuos de los productos orgánicos que utiliza (basura orgánica), en vez de devolverlos al suelo (abono) son depositados masivamente en basureros o tirados a las aguas (ríos y mares) donde contaminan muchísimo (eutroficación). Por otro lado, como las tierras de cultivo están muy explotadas se requieren abonos y como los anteriores se tiran, se recurre a abonos químicos que, usados en exceso, contaminan las aguas subterráneas y de ahí gran parte de la cadena alimenticia, aparte de la contaminación en el lugar de extracción, transporte... Hay que recordar que con la basura orgánica y con los residuos de las plantas de tratamiento de las aguas negras se puede hacer el mejor abono, reciclando los nutrientes, como hace la Naturaleza..
2. Los ecosistemas aprovechan la ENERGÍA SOLAR como fuente de energía. En cambio el hombre utiliza otras fuentes de energía contaminantes (nuclear, petróleo...), incluso para la producción de alimentos (basados en la energía solar), para actividades como preparación de los campos, fertilización, control de plagas, cosechado, procesado, conservación, transporte...
Recordemos que en la Naturaleza prácticamente el 100% de la energía utilizada se obtiene del Sol a través de las plantas verdes (productores), que realizan la fotosíntesis usando la energía solar y otros compuestos (agua, dióxido de carbono, nitrato, fosfato, potasio...) para crecer. Por otra parte, los consumidores son en la Naturaleza aquellos que no producen materia orgánica, sino que utilizan la creada por los productores en el proceso llamado respiración celular por el que devuelven a la Naturaleza el agua y el dióxido de carbono que almacenaron los productores y utilizan la energía obtenida de esa reacción química para vivir.
Observe que en la Naturaleza los productores y los consumidores se necesitan para poder vivir, reciclan entre ambos los materiales y utilizan para todo la energía solar. Esta es una de las razones más importantes para defender los bosques y crear nuevos. Las plantas limpian el aire que ensucian los coches, fábricas... ¡anímate a plantar árboles!
3. El TAMAÑO de las POBLACIONES de consumidores debe permitir la regeneración de los alimentos consumidos (que no haya pastoreo excesivo). Como vimos antes en la Naturaleza los seres vivos se comen unos a otros excepto los productores. Estos niveles son llamados alimentarios o tróficos. Pues bien, sólo una pequeña parte de los alimentos pueden pasar al nivel trófico superior, por lo que en cada nivel trófico debe haber menos individuos para garantizar la sostenibilidad (debe haber menos leones que gacelas). Sin embargo, especialmente en los últimos años el hombre está provocando un desequilibrio global, debido a un crecimiento desmedido de la población humana que provoca una ingente pérdida de biodiversidad, deforestación, pesca y ganadería excesiva... en definitiva un consumo excesivo de todo en general.
En particular, el consumo excesivo de carne se hace insostenible al ser tantos humanos generando ese consumo. En Estados Unidos, la mitad de las hectáreas cultivadas son para producir alimento para animales (sin contar lo invertido en la alimentación de mascotas domésticas). Para producir un kilo de carne de vaca se necesitan 16 kilos de granos y forraje. Dicho de otra forma, los vegetales necesarios para que una persona coma carne vacuna son suficientes para que 16 personas pudieran mantenerse comiendo directamente esos vegetales. Esa relación de 16:1 para la carne vacuna, varía en otros alimentos, como el cerdo (6:1), el pavo (4:1), la gallina (3:1) o los huevos (3:1). Además, para que la carne producida sea barata se maltrata a los animales (hacinamiento), se les medica en exceso, se les administra alimento poco natural y se les engorda artificialmente.
4. La BIODIVERSIDAD debe mantenerse. Cada ser vivo tiene un código genético (ADN) único (excepto gemelos y clones) que garantiza la variedad y la riqueza de adaptación en caso de cambiar o alterarse las condiciones de vida. Conforme se reduce una población concreta, se reducen también las posibilidades de adaptación en el futuro. Incluso, si una especie es rescatada del borde de la extinción y su número se restablece, tendrá una uniformidad genética que será muy vulnerable (ante una enfermedad, por ejemplo).
La agricultura moderna, también impone monocultivos que son muy vulnerables ante plagas y enfermedades, por lo que se abusa de pesticidas contaminantes. Las variedades transgénicas (OMG, Organismos Manipulados Genéticamente) agravan ese problema aparte de generar otros en algunos casos (alergias, daños a otras especies...) y la dificultad de asegurar su validez. Gran parte de los medicamentos proceden de plantas silvestres y aún quedan por explorar el 98% de la flora. A pesar de todo esto, la biodiversidad está perdiendo diariamente multitud de especies animales y vegetales.
De ahí la importancia de conservar los bosques, ríos y mares, que es donde se conserva la biodiversidad natural. Por lo mismo, las autopistas o autovías para coches separan poblaciones de individuos evitándose las bondades del intercambio genético entre las distintas poblaciones. En España, por ejemplo, ese es uno de los principales motivos por los que el Lince Ibérico es el felino con mayor peligro de extinción del mundo.